martes, 2 de marzo de 2010

El viaje íntimo de la vergüenza

Música
A veces me suena como un piano desafinado, estridente y caótico, uno que reproduce una música con sabor a intimidad y sudor, a sueños y esperanzas, también a palabras atragantadas. Un piano que hace que te tapes los oidos para evitar el ruido, un piano que toca el ritmo de un corazón cansado y triste, uno que ha sufrido la dejadez de muchos y el amor del tiempo.
Pero sobretodo un piano que no puedes dejar de evitar, uno que te hace soñar despierto, uno que hace que cada día merezca la pena.

1 comentario:

  1. No importa la melodia que mane del piano, lo importante es el pianista, pues las notas nacen en él.

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